En la mayoría de las empresas las pizarras blancas son herramientas que ofrecen una gran durabilidad y que permiten tener siempre los resultados adecuados. Para comprarlas, la mejor opción que tendrás es pizarras-blancas.es, porque allí encontrarás todas las pizarras que necesitarás para tu empresa de una forma sencilla.

Sin embargo, en muchas ocasiones las pizarras pueden mancharse por falta de un buen mantenimiento. Por este motivo, en este post vamos a hablar de algunos consejos que permitirán que se pueda dar un buen mantenimiento a las pizarras blancas y así conseguir una mayor durabilidad.

Consejos para el mantenimiento

El mantenimiento de las pizarras blancas es algo básico para darles una vida útil mucho más larga, y para asegurarte de que esto sea así debes considerar los siguientes puntos:

Borrado

En muchas ocasiones no se da una gran importancia al correcto borrado de las pizarras blancas y es fundamental para evitar las manchas de la superficie. El borrado correcto de estas pizarras debe hacerse cuando el rotulador se encuentre completamente seco, para evitar que se pueda manchar.

Así, se podrán retirar todas las partículas de rotulador de una forma rápida, y sin que tengas que preocuparte por los residuos. Esto es muy importante especialmente en las superficies de melamina que son las que más fácil se mancharán.

Químicos

Se debe hacer un mantenimiento mensual con químicos específicos para cada tipo de superficie para eliminar los restos de rotulador. Este mantenimiento por lo general es recomendado por el fabricante, y debe hacerse de forma regular.

En caso de que no se realice el mantenimiento, las pizarras se podrán manchar de una forma mucho más rápida. Por lo tanto, el mantenimiento mensual es vital para que las pizarras mantengan su superficie siempre en perfectas condiciones y que esté lo más blanca posible.

Mantenimiento semanal

También es recomendable hacer un mantenimiento semanal si la pizarra tiene un uso bastante frecuente. Para este mantenimiento se recomienda utilizar alcohol diluido en agua, lo que permitirá eliminar los restos de rotulador que han quedado del uso de toda la semana de uso.

Sin embargo, debes asegurarte de que el alcohol no sea puro, porque esto también podría dañar la superficie de la pizarra. Por este motivo, se debe diluir con agua para bajar su concentración, y que así puedas tener siempre una pizarra con una superficie completamente blanca y con la que puedas disfrutar de una mayor durabilidad.